Hoy, en este día tan especial, quiero expresar mi más sincero agradecimiento. Primeramente, a Dios, que nos ha permitido llegar a este momento, nuestra graduación, que no solo marca el fin de un capítulo en nuestras vidas, si no, también el resultado del apoyo incondicional que hemos recibido de cada una de las personas que nos aprecian. Hoy cerramos un capítulo, pero también abrimos las puertas a un futuro lleno de posibilidades.

A nuestro prestigioso Colegio Solidaridad y a los queridos maestros, quienes con su dedicación y pasión por la enseñanza han dejado una huella imborrable en nuestras vidas. Gracias por guiarnos, inspirarnos y empujarnos a ser la mejor versión de nosotros mismos. Cada paso en este camino fue posible gracias al apoyo y amor de aquellos que nos rodean.

A nuestros familiares de manera particular, a mi Comunidad de Concepcionistas, gracias por su amor y sacrificio. Su aliento constante y su fe en nosotros nos han dado la fuerza para superar cada desafío que se nos ha presentado en nuestras jornadas de estudio.

A mis compañeros, pues cada uno de ustedes han hecho de estos años una experiencia inolvidable. Las risas, las equivocaciones y los momentos compartidos quedarán siempre grabados en el corazón. Este logro es tan suyo como mío. Estoy emocionado por lo que el futuro nos depara y espero que sigamos en contacto en esta nueva etapa de nuestras vidas.

Cada desafío enfrentado fue una oportunidad para crecer.